jueves, 8 de abril de 2010


Santos Ventura Reyes

“MI MADRE DICE QUE LO VA A ESPERAR PARA MORIR”


Pasadas las nueve de la mañana inició hoy en Suchitoto la primera sesión del Tribunal Internacional para la Aplicación de la Justicia Restaurativa en El Salvador. Los jueces y las juezas se plantearon tres compromisos ante la concurrencia: dar seguimiento a sus recomendaciones, seguir apoyando el proceso de búsqueda de verdad y justicia, y no cerrar las puertas a ninguna víctima que acuda para ser oída. En el evento estuvieron presentes el alcalde de Suchitoto, Juan Javier Martínez, y el gobernador departamental de Cojutepeque, Walter Navarrete.


La inauguración estuvo a cargo del rector de la UCA, José María Tojeira, sj. “Las víctimas nos han dejado valores, como la indignación ante el mal”, sentenció. Además, dijo que ellas nos despiertan el hambre y la sed de justicia, un sentido profundo de la misericordia y la solidaridad, y generan capacidad de reconciliación. “Lo que ayer llorábamos con lagrimas hoy lo celebramos con alegría porque la fuerza de las víctimas supera con creces las del victimario”, concluyó.


Por su parte, el director del IDHUCA, Benjamín Cuéllar, recordó que el Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señaló que la situación económica y social originó las violaciones a los derechos civiles y políticos de la población. Agregó que pese a la gran cantidad de víctimas registradas por el Informe de la Comisión de la Verdad, estas cifras seguramente se han quedado cortas porque la gente no sabía adónde denunciar, no tenían los recursos económicos para hacerlo o no se animaban por el temor a perder la vida a consecuencia de la represión.


Finalmente tocó el turno a las víctimas. Rogelio Miranda, sobreviviente de la masacre de Copapayo, fue el primero en tomar el micrófono y narrar su sufrimiento. Contó cómo, a sus diez años, vio morir a su madre, su padre y tres hermanos. También habló sobre su experiencia como refugiado en Mesa Grande, Honduras. Uno de los jueces, el salvadoreño Ricardo Iglesias, planteó que no sólo se truncó el proyecto de vida de Rogelio, también el de la comunidad. “En Copapayo ‘viejo’ ya no hay nadie”, confirmó el testigo. Benigno Ayala, tío de Rogelio, agregó que a él le masacraron a cuarenta familiares, además narró la situación en la que encontró a su sobrino y cómo lo llevó a la casa de los abuelos de Miranda.


En la tarde, el turno fue para Santos Ventura Reyes, hermano de Francisco Ventura Reyes, desaparecido en 1980 cuando la Guardia Nacional lo retuvo junto a José Humberto Mejía en el parqueo de la embajada de Estados Unidos de América y lo entregó luego a un grupo de civiles. Desde entonces, la familia Ventura Reyes ha buscado a Francisco. “Desenterramos varios cadáveres en San Salvador, pero no encontramos el de mi hermano”, dijo la víctima, quien además afirmó haber escuchado que su hermano pudo haber salido muerto de la embajada, por lo que pide que le digan dónde está el cadáver de su hermano para darle “cristiana sepultura”.

Un juez le preguntó qué consecuencias tuvo este hecho para su familia, el señor Ventura contó que su madre aún lo espera. “Ella tiene noventa años, todavía está viva y dice que mi hermano está vivo y que lo va a esperar para morir”.

El viernes 9 de abril, el Tribunal conocerá la ejecución del Procurador General de la República, Mario Zamora Rivas, y dos casos de tortura. Estos testimonios están siendo transmitidos por radio YSUCA 91.7 FM.

Suchitoto, 8 de abril del 2010.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por favor pongan el audio de los testimonios

Edgardo

gracias.

IDHUCA dijo...

Edgardo, en este momento es difícil para nosotros subir el audio pues aún está en desarrollo el tribunal y hay complicaciones de conexión acá, pero con mucho gusto lo haremos en cuanto nos sea posible. De todas formas puede escucharlo en vivo a través de YSUCA 91.7 FM, www.ysuca.org.sv