Una psicología al servicio
de las comunidades
Acompañamiento
psicosocial a personas en situación de peligro inminente.
Por: Lic. German Horacio Cerros Echeverría
Psicólogo del Equipo de
Justicia del IDHUCA
Antes de hablar sobre cómo ha sido el trabajo psicosocial con las personas
víctimas de la violencia generalizada en nuestro país, quisiera recordar unas
palabras dichas por Ignacio Martín Baró, psicólogo y sacerdote jesuita español
que dedicó la mayor parte de su vida a la investigación de la difícil realidad
social y política de El Salvador, quien es ahora para mí, una inspiración en
este arduo trabajo.
"El saber psicológico debe ponerse al
servicio de una sociedad donde el bienestar de los menos no se asiente sobre el
malestar de los más, donde la realización de los unos no requiera la negación
de los otros, donde el interés de los pocos no exija la deshumanización"
(Valladolid, 7 de noviembre de 1942 –
San Salvador, 16 de noviembre de 1989)
Actualmente nuestro país atraviesa una situación de violencia generalizada
que se ha desbordado; las autoridades del Estado se muestran incapaces de
controlar los altos índices de inseguridad en el país, a la vez de ser
ineficientes al tratar de brindar alternativas de protección y resguardo a
personas en situación de peligro inminente.
La sociedad civil se muestra poco activa ante esta situación y son muy
pocas las organizaciones o instituciones defensoras de derechos humanos que
brindan ayuda a las personas o comunidades en riesgo.
Personas, grupos familiares y comunidades enteras se encuentran en una
situación de alta peligrosidad a tal punto de tomar la decisión de desplazarse,
ya sea de forma interna o fuera del país con tal de preservar la vida y la
integridad de cada uno de los familiares, o en el peor de los casos tomar la
decisión de confinarse totalmente en sus casas para no ser vistos por los
grupos de pandillas o grupos de seguridad violentadores de derechos humanos,
tomando estas decisiones de forma forzada para mantenerse con vida.
Ante esta situación, el IDHUCA y distintas organizaciones de la sociedad
civil están trabajando diferentes casos de familias que se encuentran en
situación de peligro inminente, dando una respuesta o alternativa a los grupos
familiares ante la inactividad del Estado, quien hasta la fecha no ha
garantizado la protección y defensa de los derechos humanos de estas personas
en situación de riesgo y mucho menos ha aceptado de forma pública y ante
autoridades internacionales que se encuentra en un estado de emergencia, en
donde las personas han dejado de migrar por cuestiones económicas, sino que se desplazan a diferentes regiones para huir de
la violencia generalizada. Estos casos se han trabajado desde un enfoque de
derechos humanos, jurídico y psicosocial, haciendo un gran esfuerzo por
abordarlos desde una perspectiva multidisciplinar y así brindar una alternativa
a estas familias para la resolución de su problemática; es por ello que como
equipo de psicología compartimos cómo ha sido la experiencia en el trabajo
psicosocial con estas personas que se encuentran en situación de riesgo.
PERSPECTIVA
PSICOSOCIAL
Situación de
desplazamiento y confinamiento en El Salvador
Cuando hablamos de desplazamiento o confinamiento nos referimos también a
una situación de riesgo inminente por la que están pasando diferentes personas
y sus grupos familiares; en la cual las familias se ven obligadas a desplazarse
ya sea internamente o fuera del país, como también el de mantenerse confinados
en sus viviendas, con la finalidad de seguir vivos un día más; todo esto a
causa del ambiente de inseguridad que se vive en las comunidades, provocado por
los grupos de pandillas, así como también por los grupos de seguridad que
abusan de su autoridad; a la fecha se han recibido alrededor de 47 casos en lo
que va del año 2016 en la institución.
En el trabajo con las víctimas hemos encontrado diferentes sistemas
familiares en total vulneración, los cuales se han desplazado no sólo una vez,
sino un sinnúmero de veces con tal de estar a salvo y manteniendo con vida a
sus familiares, en algunas ocasiones optan por desintegrar el grupo familiar
para resguardar a unos y unas aunque eso signifique poner en riesgo a los y las
que se quedan viviendo en en sus comunidades.
Víctimas y
victimarios
Las características de las víctimas en situación de peligro inminente
(población atendida) pueden variar desde una persona, uno o varios sistemas
familiares o hasta una comunidad entera; todas ellas obligadas a dejar su lugar
de origen o lugar de arraigo, así como también mantenerse en total
confinamiento por las amenazas de grupos de pandillas (pandilla 18, MS y sus
diferentes denominaciones)o hasta de los abusos de autoridad realizados por
cuerpos de seguridad (PNC, FAES, o grupos de exterminio) ante las nuevas
estrategias de seguridad contra el crimen organizado. Sea cual sea el tipo de
población o su ubicación geográfica dentro del país, es una realidad que la
decisión de desplazarse es obligada y se elige para resguardar la vida de todo
el grupo familiar. Además de constituir un hecho violento y traumatizante en sí
mismo, al desplazamiento se va sumando una larga cadena de violaciones a sus
derechos humanos, muy pocas veces puede planearse y en la mayoría de los casos
la huida es repentina, apenas llevando consigo lo que se tiene a la mano.
Estado psicosocial
de las personas atendidas
Dentro de los casos que se han atendido hemos encontrado las siguientes
características en los diferentes grupos familiares, las cuales son:
● Desconfianza para verbalizar la situación en la
que se encuentran ya que han sido amenazados o amenazadas por grupos de
pandillas o son los mismos cuerpos de seguridad quienes han violentado sus
derechos.
● Desconfianza en el accionar de las
instituciones del Estado ya que no se les ha proporcionado alternativas reales
y seguras para la situación en la que se encuentran.
● Personas a quienes se les ha lastimado sus
expectativas de seguridad ya que vienen de rebotar de institución en
institución solicitando ayuda y sin ninguna alternativa de solución.
● Desconfianza al verbalizar sus testimonios de
vida en totalidad (línea de tiempo de los hechos) ya que saben que hasta las
diferentes instituciones del Estado llega el brazo del crimen organizado.
● Personas con testimonios o historias de vida
con hechos desorganizados u olvidados ya que una de las características del
trauma es la desorientación y uno de los mecanismos de defensa de los seres
humanos ante hechos traumáticos de violencia es el olvido.
● Estados de alerta constantes.
● Estados de crisis emocionales.
● Depresión.
● Profunda tristeza o llanto ante lo ocurrido.
● Somatización.
● Heridas psicosociales que se experimentan en
colectivo, no solamente como ser individual.
● Dolor por la desintegración del grupo familiar
por diferentes causas:
o Asesinato de uno o más familiares.
o Desapariciones de uno o más integrantes de la
familia.
o Reclutamiento forzado dirigido hacia uno o más
familiares.
o Desplazamiento de los y las mismas.
● Desorganización en el sistema familiar ya que
al faltar un integrante (especialmente si es la figura paterna o materna) se
redirige la energía emocional del mismo hacia otro integrante de la familia,
permitiendo la desorganización sistémica o parentificación; todo esto como
mecanismo de auto sanación del sistema familiar ante la pérdida del ser
querido.
● Personas con procesos de duelos no resueltos,
especialmente en los casos de desapariciones o asesinatos brutales de uno o más
familiares.
● Sistemas familiares en total vulneración.
● Miedo constante por diferentes motivos:
o Residen en comunidades consideradas de alta
peligrosidad.
o Están siendo amenazados de muerte por grupos de
pandillas, han sido amenazados para abandonar su comunidad o están siendo reclutados forzadamente por estos grupos.
o Extorsiones al sistema familiar.
o Agresiones sexuales a uno o más de los y las
integrantes
de la familia.
● Personas o familias con un tejido social
desfragmentado.
● Para muchas de estas personas la vida se interrumpió.
● Proyectos de vida truncados.
● Dolor ante el desarraigo o abandono de sus
viviendas, de su comunidad, de sus centros de estudio y de la tierra que los
vio nacer.
● Entre otras.
NOTA: Es importante mencionar que estas características presentes en las
personas atendidas son la respuesta más normal expresada en las personas ante
hechos anormales de violencia.
Acompañamiento
psicosocial
El proceso de acompañamiento psicosocial brindado a personas en situación
de peligro inminente se ha visto como un proceso de acompañamiento personal y
familiar, que busca restablecer la integridad emocional de las personas, así
como de sus redes familiares, ya que estas han vivido un gran sufrimiento
emocional y su tejido familiar y social se encuentra vulnerable, debido al
impacto de los hechos violentos experimentados a causa de la violencia
generalizada.
Este acompañamiento se ha realizado de dos formas que son:
Atención individual: En la cual se les ha brindado un apoyo a las personas, permitiendo espacios
de expresión y reconocimiento del impacto emocional que los hechos violentos
les han ocasionado, así como el apoyo terapéutico para disminuir el sufrimiento
emocional, la reconstrucción de los lazos sociales y el desarrollo de las
potencialidades individuales que permiten el restablecimiento de la integridad
de las personas y el desarrollo de un proyecto de vida sostenible. Se ha
encargado de identificar de forma particular la afectación psicosocial en cada
integrante de la familia, ya que cada persona vive de forma singular la
experiencia traumática.
Atención Colectiva: Dando apoyo psicosocial que propicie la recuperación y restablecimiento de
los daños sociales, culturales, psíquicos y especialmente los familiares; es un
acompañamiento encaminado a la afirmación de las personas como sujetos de su
propia historia, y a la reconstrucción del tejido social familiar. En este
proceso nos hemos encargado de trabajar de forma colectiva con el sistema
familiar, ya que la afectación psicológica o herida psicosocial se ve presente
en la estructura y funcionamiento del sistema familiar, para así reestablecer
las interacciones o relaciones del mismo.
Trabajo
psicosocial con víctimas
El trabajo psicosocial tiene como objetivo principal “brindar un
acompañamiento psicosocial orientado al manejo de las secuelas psicosociales
producto de situaciones traumáticas de desplazamiento y confinamiento forzado,
dirigido a personas en situación de peligro inminente.
Dentro del trabajo psicosocial se han realizado diferentes actividades,
estas han sido las siguientes
Actividades diagnósticas: Han permitido identificar la afectación psicosocial presente en cada uno
de los integrantes de la familia como en el colectivo familiar; cada persona
vive y experimenta de forma particular el hecho traumático, así como también el
colectivo familiar expresa su dolor como un solo organismo.
Actividades
psicoterapéuticas: En las cuales se ha ejecutado un proceso
terapéutico idóneo para el abordaje individual y colectivo con diferentes
enfoques de atención de acuerdo a la afectación o herida psicosocial, así como
trabajar de forma individual en los casos que sea necesario y pertinente una
intervención, pero en su mayoría el enfoque está orientado en el trabajo
colectivo familiar y sistémico. En estas actividades se ha trabajado hasta la
fecha temas como: El trauma psicosocial individual y colectivo presentes en el
sistema familiar, el proceso de duelo no resuelto, la reestructuración
funcional del sistema familiar, recursos personales y familiares, proyecto de
vida y proyecto de sanación, con el fin de reestablecer en alguna medida la
vida misma de las personas.
Actividades humanitarias: Realizando todas aquellas acciones que tengan como finalidad asistir las
necesidades básicas de la población atendida, tales como: alimentación,
vestuario, salud, etc., ya que al suplir estas necesidades será más factible el
trabajo psicosocial.
Valoración
psicosocial
El desplazamiento y confinamiento forzado hasta la fecha, no sólo ha sido
un tema que nos recuerde la situación de peligro inminente en que vivimos cada
uno de los y las salvadoreñas; también ha sido la única alternativa de vida
para los sistemas familiares que están siendo amenazados constantemente ya sea
por grupos de pandillas o los mismos cuerpos de seguridad violentadores de
derechos humanos. El acompañamiento psicosocial ha sido más que un trabajo
exhaustivo, una labor humanitaria por las familias que se encuentran en
situación de peligro inminente, atendiendo de esta forma las diferentes
necesidades emocionales y de seguridad de las personas, especialmente las
asociadas a la situación traumática que como grupo familiar han experimentado.
Es importante que al atender estos casos, recordemos el papel fundamental
de los vínculos familiares para poder trabajar en la sanación de los mismos, ya
que son estos vínculos los que han sido lastimados y son los que nos permitirán
identificar los recursos familiares y personales para estabilizar en alguna
medida a las familias. Las heridas psicosociales son muy profundas y deben de
ser tratadas con mucha confidencialidad y honestidad, ya que estas personas
depositan en el equipo de trabajo sus esperanzas para poder salir del país y
mantenerse con vida.
Atención individual: En la cual se les ha brindado un apoyo a las personas, permitiendo espacios de expresión y reconocimiento del impacto emocional que los hechos violentos les han ocasionado, así como el apoyo terapéutico para disminuir el sufrimiento emocional, la reconstrucción de los lazos sociales y el desarrollo de las potencialidades individuales que permiten el restablecimiento de la integridad de las personas y el desarrollo de un proyecto de vida sostenible. Se ha encargado de identificar de forma particular la afectación psicosocial en cada integrante de la familia, ya que cada persona vive de forma singular la experiencia traumática.