martes, 26 de mayo de 2009

SACA ¿CÓMO NO TE VOY A QUERER?


¿Qué recuerdo nos dejás, Tony? ¿El del mandatario que se interesaba ocho horas diarias en el país y el resto en dirigir a su partido? ¿Quien abiertamente violó la Constitución haciendo campaña electoral? ¿El del que se negó a pedir perdón por la desaparición de las hermanas Serrano Cruz, desacatando la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos? ¿De ese que recibió la condena del mismo organismo por el asesinato de Ramón Mauricio García Prieto y no la cumplió, tras mandar emisarios a ofender a las víctimas? ¿Del defensor de la Ley de Amnistía en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pese a que ésta recomendó derogarla? ¿El de un presidente más que, igual a sus antecesores “areneros”, incumplió compromisos estatales en materia de derechos humanos?


¿El de alguien que prometió entregar, al final de su mandato, un “país seguro? ¿El de haber sido incapaz de frenar la delincuencia? ¿Del gobernante que le amenizó la fiesta a los “malacates”, en lugar de acabarla? ¿De quien recibió una situación preocupante con un promedio diario de siete muertes y la entregó doblada, con catorce? ¿El de haber dejado incrementarse las extorsiones que no eran un problema tan grave cuando asumió el cargo, anunciando que aplicaría la súper mano dura pero a la a vez ofrecería su “mano extendida para evitar que los que están en riesgo delincuencial no caigan en él y para rescatar y rehabilitar a aquellos que buscan reinsertarse en la sociedad”? ¿El del fracaso en la prevención, represión y rehabilitación de la delincuencia?


¿Del político que estableció como su principal desafío “multiplicar el empleo” y terminó desmentido en el Informe de Desarrollo Humano 2007-2008, el cual reveló que la mitad de la población no tiene trabajo decente? ¿Ese del funcionario que no disminuyó la pobreza, pues del 2006 al 2007 el porcentaje de hogares en tal condición pasó del 30.7 al 34.6? ¿El de quien dejó los hospitales desabastecidos de medicamentos mientras vagaba por el mundo dilapidando dineros del pueblo? ¿El de una deficiente gestión de riesgos que dejó más vulnerables a numerosos familias ante fenómenos naturales?


¿Cómo no recordarlo por impulsar la Ley antiterrorista para enfrentar demandas sociales, por mantener tropas en Irak y por su falta de firmeza ante gobiernos que violan derechos humanos de la población salvadoreña emigrante?


Esa es parte de la herencia de su gobierno que concluye este 1 de junio. Habrá quien todavía quiera presentarlo como el presidente de lo social. ¡Para nada! La gente lo sabe y por eso lo descalifica en las últimas mediciones de popularidad. Y con razón. Por eso, Tony, ¿cómo no te voy a querer?... ¡Pero fuera de Casa Presidencial!

No hay comentarios: