sábado, 23 de agosto de 2014

RAZONES PARA EL DIÁLOGO Y LA JUSTICIA

Editorial Radio Revista Sembrando Futuro, 21 de agosto del 2014

El pensamiento conservador comparte una visión política determinada sobre el mundo, que implica, unos supuestos éticos respecto del bien y el mal. Esta perspectiva define también una visión sobre el delito y las respuestas ante el delito: le corresponde una visión retributiva del delito. Esto implica la imposición de una pena, entendida como la imposición de algún tipo de dolor y castigo. La persona debe pagar por lo que hizo. Eso es lo que acontece en la cárcel, puesto que escasamente hay ejemplos de rehabilitación carcelaria. El nombre de “La Esperanza” para uno de los Centros Penales más importantes del país, en realidad es un sarcasmo de primer orden.

La Declaración de Viena sobre el crimen y justicia del Décimo Congreso de la ONU sobre prevención del delito y el tratamiento de los Ofensores (Viena, Abril del 2000) anima a los Estados a desarrollar políticas, procesos y programas de justicia restaurativa “que sean respetuosos de los derechos y necesidades e intereses de las víctimas, ofensoras, comunidades y todas las demás partes”.

Si la condena a prisión nunca ha resuelto nada, ¿por qué continuamos enviando a prisión a gente como una respuesta ante el delito y la conducta incorrecta? ¿Qué podemos hacer para reparar el daño social ante la pérdida de una vida humana, pero también, para abordar las causas estructurales que contribuyen a la pérdida de esa vida? ¿Cuáles son las medidas alternativas que pueden administrarse, distintas de la cárcel y que puedan conducir a la rehabilitación y la reparación? ¿Cómo asumimos en tanto comunidad a las partes ofensoras y las víctimas en su proceso de rehacerse humanamente? Estas preguntas son válidas tanto en los casos de justicia común, como en los casos de delincuencia juvenil. Son preguntas válidas así que subyacen a la Plataforma por la Libertad de las 17. El reto de la justicia no es garantizar que la gente pague dolorosamente por lo que hizo; el reto de la justicia es el de encontrar medidas favorables ante las necesidades de las víctimas y los ofensores que garanticen reparación, rehabilitación, responsabilidad y sobre todo el abordaje de las causas que han llevado a la conducta en corrección.

En el Instituto de Derechos Humanos de la UCA creemos en la justicia restaurativa. Reprobamos los intentos del pensamiento conservador de criminalizar la búsqueda de alternativas a la prisión, a la imposición de la pena y el castigo. Por el principio básico de cultura de paz que promueve el diálogo como modo de abordar los conflictos, toda la sociedad debería poder prestar atención a las diversas propuestas y planteamientos y no simplemente encerrarse, señalar acusadoramente y criminalizar. El punto crucial no es a favor o en contra del aborto, sino si nos movemos más hacia una sociedad que castiga o hacia una sociedad que busca alternativas; si nos movemos más hacia una sociedad que escucha a la razón o hacia una sociedad donde grupos imponen a la fuerza sus ideas y criminaliza lo diferente.

La invitación es a renovar el pensamiento, a buscar la justicia entendida no como castigo, sino como la búsqueda del respeto a la dignidad para todas y todos.

Luis Monterrosa

Director del IDHUCA

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