El Estado salvadoreño sigue sin cumplir sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos. Dos casos emblemáticos demuestran, entre otras carencias, la falta de voluntad de parte de sus instituciones para aplicar las recomendaciones emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En el primero, Gloria y Mauricio García Prieto siguen esperando verdad y justicia por el asesinato impune de su hijo Ramón Mauricio, así como por las constantes amenazas y agresiones que han sufrido desde que comenzaron a denunciar el crimen ocurrido el 10 de junio de 1994. En noviembre del 2007, la Corte Interamericana condenó al Estado salvadoreño por violar derechos humanos y le ordenó tomar medidas de obligatorio cumplimiento como la difusión de la sentencia en un periódico nacional, la reparación económica a las víctimas, su atención médica y psicológica, y –la más importante de todas– la investigación del asesinato de Ramón Mauricio y las amenaza contra sus padres. Pero a más de un año de esa sentencia, el Estado sigue sin cumplir la última parte de la misma –que es su esencia– en franca desobediencia a la Corte Interamericana.
Eso es un ejemplo más de cómo el respeto y la protección de los derechos humanos no forman parte de su quehacer. El caso del mayor Adrián Meléndez Quijano también es otra muestra de lo mismo. Tras denunciar actos arbitrarios dentro de la Fuerza Armada de El Salvador en su contra, él y su familia han sido objeto de agresiones y amenazas. Por eso, el 26 de noviembre del 2007 la Corte Interamericana requirió al Estado protección para la víctima, su familia y sus abogados. Hasta la fecha, se ha brindado escasa protección policial pero no se investigan las agresiones y amenazas. Lejos de ello, al mayor Meléndez lo han relegado a trabajos de infantería siendo un piloto aviador; así, lo han perjudicando en su ascenso, sus cotizaciones y su futuro.
Los dos últimos gobiernos salvadoreños se han negado a acatar sus obligaciones internacionales relativas al respeto de los derechos humanos. Eso ha sucedido –además de los presentes– en los casos jesuitas, Romero y hermanas Serrano Cruz. Los esposos García Prieto, el mayor Meléndez Quijano y sus familias sólo han obtenido desprecio, retardación de justicia y total abandono por parte de estos. Por tanto:
1. Reconocemos la incansable lucha de las víctimas en la defensa de sus derechos, pues son quienes generan esperanza por ser las verdaderas gestoras del cambio en el país para lograr justicia.
2. Exigimos el cumplimiento de la sentencia en el caso García Prieto, a través de una exhaustiva investigación sobre el asesinato de Ramón Mauricio y las amenazas y agresiones en contra de sus padres.
3. Demandamos el cese al trato arbitrario y discriminatorio del cual es objeto el mayor Meléndez por parte de las autoridades militares de este y el anterior gobierno, así como la investigación de las amenazas y agresiones en su perjuicio y el de su familia.
San Salvador, 6 de marzo del 2009.
1 comentario:
Hola me llamo LOREAN ISABEL RIVERA TOBAR,necesitosu ayuda,mi hijo es acusado de camplicidad de un asesianato,pero la juez lo dejo para 6 meses y ya estan cumplidos y no le quieren hacer la audiencia,y yo creo que la fiscalia ya tubo demaciado tiempo para buscar pruebas,los asesinos estan en prisioin y el fue llevado con amenazas en el carro y por eso la juez osdejo ara 6 meses y ahora la fiscalia les ha dado otros 6 mses mas,fueron detenidos el 31 de agosto del 2009 y segun la ley tenian que haberle hecho la audiencia este mes de marzo
por favor ayundenme le envio me correo para comunicarme con uds,ayudenme soy una mujer sola mi hjo es un universitario que estudi< en la universidad uiversidad catolica del el salvador regional ilobasco.lirt195@hotmail.com
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