
Ponentes:
Nicholas van Aesltyn, abogado en Estados Unidos de América del caso Romero.
Por más de diez años, la violación y el asesinato de la niña Katya Natalia Miranda Jiménez han permanecido impunes. Legalmente, ya venció el plazo que
1. Que continuará apoyando incondicionalmente a Hilda María y Gina Marcela –madre y hermana de Katya Natalia, respectivamente– en su justa demanda. Por encima del apoyo técnico legal, el compromiso con su causa se ha concretado con el arduo y prolongado trabajo de mucha gente dentro del IDHUCA. Más allá del abogado o la abogada que se designe al caso, ese vínculo se enmarca en la opción esencial decidida desde hace casi veinticinco años: ser herramienta al servicio de las víctimas, con quienes se alcanzará derribar algún día el infame muro de la injusticia prevaleciente en el país.
2. Que siempre demandó a
3. Que si se desmarcó de la diligencia relativa a las declaraciones de la madre y la hermana de Katya Natalia, rendidas como anticipo de prueba en noviembre del año pasado, fue por considerarla innecesaria y contraproducente. Innecesaria porque los mismos fiscales solicitaron el lunes 24 de agosto del
Hace un cuarto de siglo, casi, el jesuita Segundo Montes fundó el IDHUCA; hace poco más de dos décadas, con su martirio confirmó el compromiso institucional originario: interpretar la realidad salvadoreña e influir en la misma para construir una sociedad basada en el respeto pleno de la dignidad humana. Por eso acompañó y seguirá acompañando a Hilda María y a Gina Marcela con objetividad, eficacia e intransigencia frente a quienes se empeñan en negarles justicia por acción u omisión. Desde el IDHUCA, esa es la mejor expresión de una solidaridad consecuente. Más allá de la impunidad judicial, la verdad tiene que florecer para que los criminales y quienes los favorecieron con su negligencia y sus desaciertos –intencionales o no– sean señalados por la sociedad. Por eso, continuará impulsando la campaña nacional e internacional: KATYA, ¡JUSTICIA YA!
San Salvador, 8 de marzo del 2010.
Escuchar audio de conferencia de prensa en:
https://docs.google.com/leaf?id=0Bz32fkOrZw3oYjY0Yzg4YjAtZmU5Ni00OTBjLWIyOTAtNjMzYjgxMDFlZTli&hl=en
Garantizar el cumplimiento de los derechos laborales y ofrecer asistencia legal en esta materia son algunos de los principales objetivos del Centro de Derechos Laborales (CDL) del IDHUCA, creado en noviembre de 2007.
Desde su fundación, el trabajo realizado por el Centro ha tenido tres ejes básicos: ofrecer servicios legales, educar y concienciar sobre los derechos de los trabajadores. Esta labor ha dado sus frutos: durante 2009, el CDL atendió 2,896 casos de hechos violatorios contra la integridad del trabajador. Entre estos se encuentran el incumplimiento de contratos, negación a goce de sueldo del día de descanso, suspensión ilegal de contratos, despidos injustificados, discriminación laboral (por raza, religión, edad o preferencia sexual), trabajo forzoso y explotación laboral.